miércoles, diciembre 3

No se vaya, porfavor

Lamentablemente no lo puedo evitar, ninguna de las dos cosas. No puedo evitar que se vaya y no puedo evitar llorar.

"La gente va y viene" me dicen como consuelo. Es verdad, yo lo sé, pero duele. Y duele más saber que la vida es así, y por lo tanto, esta no será la última vez que me pase algo como esto.

Estábamos bien y entramos a un salón, uno en donde hemos llorado y reído muchas veces, donde hemos tenido muchas conversaciones fuertes. Él se sienta frente a nosotras y nos dice que se debe ir. Es increíble lo rápido que se nos fue la sonrisa de la cara. Es increíble lo rápido que se derrumba la felicidad.

Ninguna de nosotras lo entiende, él tampoco. Sólo sabemos que así va a ser. La decisión fue tomada por terceras personas, personas que no entienden nada. Personas que mienten y hacen lo que quieren sin importarles a quien dañan, esas mismas personas que usan una túnica de sacerdote y dicen amar a Dios, esas que van a la iglesia todos los días.

Para consolarnos, él nos dice que un entrenador es pasajero, que el equipo debe pasar por varios entrenadores. Pero tanto él como nosotras, sabemos que eso no es cierto. Un entrenador es parte del equipo, y como todo miembro de este, no es fácil alejarse de él.

Aquí nadie va a reemplazar a nadie.

Me alegra haberlo conocido, me hace sonreír el pensar que fuimos unas de las afortunadas de ser sus deportistas. Me hace bien el saber que pude conocer al mejor profe del mundo (no sólo de basket, también de colegio, academias, teatro, etc...), lo digo en serio: el mejor. Quizás sea malo sentir esto, pero no me alegra que hayan unas nuevas afortunadas. Sólo espero que a donde sea que vaya, lo sepan valorar. Y como soy egoísta y celosa, también espero que a ningún equipo las quiera tanto como a nosotras.

¿Qué más puedo decir?

Gracias.

Por todo lo que nos ha enseñado, por todo lo que se ha preocupado por nosotras, por ser nuestro amigo.

Acabaría la lista pero las lágrimas se gastan.

Lo quiero mucho, Juan Rodolfo Pozo.
Muchísimo.

Aixa.

1 comentario:

[ STF ] dijo...

"La gente va y viene"..es una frase que puede ser cierta.
Pero creo que la gente que viene
nunca se va porque siempre deja una huella en nosotros y es algo que jamas borraran ni siquiera el tiempo.

Personas de iglesia, creen que dios les dio el poder cuando en verdad ninguno lo tiene. (no creo en dios pero tampoco soy atea).

nadie reemplaza a nadie, creo que cada persona tiene un espacio. un espacio que no puede ser invadido por otro.

Las malas noticias son las que se encargar de borrar una sonrisa en menos de 1 segundo, eso siempre sera asi.

Tendras un buen recuerdo de tu
profesor, aunque ya no lo tengas
cerca, el cariño que se forma
no puede igualarse o compararse
a otro cariño, eso nunca pasa :)

cuidate aixa
saludos.