Cada vez te acercabas más a mí, yo estaba inmóvil, sabía que ese sería nuestro último beso. El más suave, el más lento, y antes de que terminara empecé a llorar. No podía asimilar que era el último. No podía creer que tenía que separarme de ti, tal vez luego de un año ya ni te importaría qué hago de mi vida, ayer querías saber a qué hora me levanté y qué almorcé.
Terminaste de besarme y me cogiste la cara con tus dos manos, hiciste que te viera de frente, viste mis ojos llorosos y me abrazaste. El último abrazo.
Adiós.
Di media vuelta y caminé. Todo lo que había pasado contigo... algo me hizo sonreír. Sin embargo, igual me dolía, era el dolor más grande. Lo digo en serio, no hay dolor mayor. Quienes han amado y han dicho adiós saben lo difícil que es.
Estoy caminando en una dirección contraria a la tuya, tan simple sería voltear y correr hacia donde estás. Pero elegimos este camino, o mejor dicho, nuestros propios caminos. Me gustaría hacerte saber lo feliz que me has hecho y que estar a tu lado es lo más lindo del mundo, pero debo seguir caminando.
Recuerdo la emoción que sentí cuando me dijiste que me querías, todo era color de rosa e ilusiones. Poco a poco empezamos a conocernos, y a querernos de verdad, unas cuantas peleas, unas cuantas disculpas. Pasamos momentos alegres y tristes y con eso aprendimos a amarnos, unas peleas, unos llantos, un orgullo y un perdón sincero.
Aprendí qué musica te gusta, qué bromas te gustan, qué comida, qué color, qué deporte, qué te da celos, qué te molesta, qué te hace llorar, qué te hace reir...
Aprendí que no tienes cosquillas, que tus abrazos son los mejores, que a veces necesitas que alguien te cuide y te engría, que me encanta ser ese alguien, que cuando estás enfermo igual juegas fútbol, que eres sensible, que dices lo que piensas, que pedirte perdón no es fácil, que cuando pides perdón es porque en realidad lo sientes, que podías ver películas que no te gusten por mí, que cuando dices "ajá" es porque algo te molesta, que cantas bien aunque digas que no es así, y que eres la persona más fácil de amar.
Sé demasiado sobre tí, sabes demasiado sobre mí, esto no se puede acabar. Sigo caminando y quiero voltear, me tengo que controlar. Contigo he compartido demasiados momentos, no me quiero separar de ti, si quieres lloro contigo, si quieres intento hacerte reír.
No. Tengo que aceptarlo.
Me acuerdo de la primera vez que fuimos al cine, de la primera vez que nos besamos, de la primera vez que me hiciste cosquillas, que me pegaste con un cojín, que me tiraste al mar, que comimos juntos, que llegamos tarde a claun, que tuve celos, que me cogiste de la mano, que dejamos a todos para estar solos, que te escribí algo, que me despertaste con un mensaje, de la primera vez que te vi.
Y de nuevo, a pesar de tener lágrimas en los ojos, algo me hizo sonreir.
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