domingo, junio 21

Feliz Día Papá


Imagen que usamos en el periódico mural del cole.
Te amo, papá :)

sábado, junio 13

El mundo sin Xóchitl

Oficialmente es mi libro favorito. Tengo la necesidad de escribir fragmentos de este, ya que considero que la forma en que está escrito es perfecta y además llegó a mí hasta el punto de hacerme llorar.

Lo recomiendo, y aviso que es un libro extenso, pero si te agrada la lectura y más aún si te gusta el tema, vas a disfrutarlo tanto como lo hice yo.

"Un hombre al borde de la vejez decide escribir sus Memorias sobre el único acontecimiento que importó en su vida: el amor por Xóchitl, su hermana, quien falleció durante una peste que asoló cierta región de Piura, cuando ella entraba a la pubertad. Veraz, crudo y recatado al mismo tiempo, el "memorialista" evoca los orígenes, fundamentos y culminación de una relación de amor."

A mi parecer, la reseña no es tan llamativa y el título del libro tampoco, al principio no me llamó la atención, ahora lo considero el libro más apasionante que he leído.

La historia es narrada por Guencho, quien tuvo a Xóchitl, su hermana, como el amor de su vida. "Hubiera querido que esta historia la escribiéramos Xóchitl y yo"

Como dije antes, necesito escribir algunos fragmentos del libro:

"Xóchitl en lengua náthuatl significa flor. Xóchitl es la madre de las flores. Es la flor. Es mi flor. Mi flor prohibida... ¿Prohibida? No lo pensaba así Xóchitl. Y el día decisivo de nuestro amor hubo una loca y desenfrenada batalla de flores, un diluvio de pétalos de rosa saturados de un aturdidor aroma corrupto y funerario y que empezaban a marchitarse. Pero al final habíamos quedado solos en la inmensa casa, ya que Papilio, "nuestro hijo", era un ángel que no pertenecía a este mundo y Artemisa, la negra Artemisa, fue siempre nuestra aliada. [...] Hoy,casi medio siglo después, [...] he sentido la necesidad urgente de narrar, de evocar esos días en que conocí el temprano amor, la felicidad, el castigo y el dolor que no acaba.

Poco antes de morir, Xóchitl [...] me prometió que el día que yo muriera, ella, vestida de negro y con rosas de todos los colores, me esperaría por estos campos de Monte de los Padres. [...] Que estas páginas queden como una premonición del reencuentro definitivo.

[...] "Incesto. Aberraciones. Contranatura. Estigmas. Descendencia. Fraticidio. Mitos Atiguos. La Biblia. No médico. Moral. Infancia. Inocencia. Amor puro. Absoluto. Nadie a quien amar. Huérfanos. Soledades..."

[...] ¿Qué debo hacer con los chicos? Separarlos. Ningún castigo. Simplemente eso: Separarlos. - Pero si eso sería el castigo más cruel.

[...] Sus sarcasmos y bromas irreverentes con respecto a Constanza no eran del todo sinceros y, por lo menos esa noche, sintió (al igual que yo) todo el peso de su ausencia.

- La extrañas, ¿verdad? ¡No mientas, Guencho!
- Sí. A veces. Pero no la recuerdo nada.
- Estaba completamente chiflada. Tú te hubieras enamorado de ella.
- No hables así, Xóchitl, fue nuestra madre.
- Una ridícula que jugaba con muñecas. La loca que se creía cantante de ópera. Pero te habría hechizado.
- Constanza está muerta. ¿Entiendes, Xóchitl? Muerta.
- Pero te sigues poniendo triste cuando piensas en ella.
- ¿Y tú no, Xóchitl?
[…]
- Sí sólo una de las dos tuviera que vivir, ¿a quién elegirías? ¿A Constanza o a mí?
- A ti, Xóchitl. ¡A ti!
- Eres un mentiroso, Guencho. Pero me gusta que mientas. Quiero que siempre recuerdes lo que te voy a decir: yo no te hubiera podido compartir con ella.

[...] Serían reuniones "fantásticas, fenomenales", le oía decir. Y una vez, hablando con Calola Garcés, le escuché la palabra orgía.

[...] La lectura del Diario de Xóchitl corroboró lo que ella misma me revelara cuando puso término en forma decidida y nada cortés a aquellas veladas en que desplegó toda su energía y poder de seducción. El Diario es muy explícito sobre los dos objetivos que se propuso alcanzar con esas reuniones que tanto me hicieron sufrir, pero a ella la exaltaron y llenaron de orgullo. La noche que volvió a dormir conmigo me dijo: "Oh, Guenchito, mi amor, nada en el mundo se compara a lo nuestro".

Pero fue la otra meta que se propuso Xóchitl al organizar estas reuniones lo que en verdad me hizo sufrir. Peleamos, estuvimos varios días sin hablarnos y eso fue lo peor del cruel juego (más bien del terrible plan) que mi hermana imaginó y puso en marcha. Le dije:

- Xóchitl, no hagas esto. A nadie amo más que a ti. Ninguna otra chica me parece más linda que tú.
- A mí no me parece – afirmó.- He visto cómo miras a la Beba Ugarte y a Vilma Balarezo.
- ¿La Beba? ¿La Santurrona de la Beba Ugarte?
- ¿Y qué me dices de Vilma Balarezo?

Titubeé unos instantes porque no quería que existieran mentiras entre nosotros.

- Es bonita. También me gustaba hablar con ella. Pero es distinto a lo que siento por ti.
- ¡Claro que te gusta! ¿Crees que no me di cuenta, pese a que querías disimular, cómo se te iban los ojos hacia ella cuando organicé el desfile de las chicas para que tú eligieras quién tenía el calzón más sexy?

Me pareció muy injusto lo que aseguraba Xóchitl, sin contar con que yo me opuse, en contra de los deseos de los otros chicos, a que se celebrase aquel absurdo desfile de modas de ropa interior, porque me sublevaba la idea de que otros ojos se posaran en el cuerpo de mi hermana.

- ¡Bien sabes cuánto me opuse a ese maldito desfile! No podía soportar que Catota, el loco Olivero y Calola, que se mueren por ti, te miraran.

[...]

- Vilma Balarezo le aseguró a Calola que a ti te gustaba ella. Calculabas la hora en que iba al colegio y la esperabas. No le decías nada, pero se miraban y una vez ella te sonreió. ¿Nunca se besaron cuando se escondían juntos?
- ¡Nunca! Te lo puedo jurar. Y ahora me toca a mí. ¿Con cuál de los tres te besaste? ¿O te besaste con los tres?
- Grandísimo tonto. Debería darte una cachetada.

[...]

"Así celebraremos tú y yo - me dijo Xóchitl- cuando acabemos con el viejo. Pero eso sí, Guencho, te prometo que nuestra fiesta será muy, pero muy alegre". Después discutimos sobre la forma en que la artista, caída en la locura definitiva, tira varias veces del gatillo de su revólver contra el amante, cuyo cuerpo queda flotando en la gran piscina de la mansión. No hacía mucho que Don Elías había vendido su colección de armas, pero sabíamos que guardaba una pistola en el velador de su cama. Aquella vez nos miramos en silencio pensando en lo mismo.

[...] A la madrugada siguiente, poco antes de las cinco de la mañana, falleció nuestro viejo padre rodeado de monjas y curas. [...] Después volvimos al Mirador y nos asomamos a la avenida Grau ya iluminada por el sol. Xóchitl entrelazó sus dedos con los míos y entonces el esperado sentimiento de libertad fue abriéndose en nosotros. Siempre habíamos soñado con una celebración cuando llegara este momento y con seguridad la haríamos aunque luego tuviéramos que huir y abandonar para siempre de nuestra casa.

[...] Ríanse de la precocidad de que tanto hablo en estas páginas: ahora sólo éramos una atemorizada y ansiosa pareja púber que comprendía que nada de lo que había leído o escuchado le servía para este tramo aún desconocido del acto amoroso. Entre el pudor y la torpeza y el deseo y la infinita ternura hubo que descubrirlo todo de nuevo. No diré más. Luego de contemplar y recorrer y saborear nuestros cuerpos, embellecidos por el torrente de aguas perennes, con sus manos cálidas Xóchitl me guió para entrar en ella.

[...] Aunque entonces no lo hubiera podido expresar, se requiere una cierta perspectiva y una peculiar disposición del espíritu para contemplar la belleza. Momentos antes, en el arrebato del deseo, confundidos entre los besos y caricias, yo no había visto realmente a Xóchitl en la maravilla de su desnudez. Ahora era como si la contemplara por primera vez.

[...] Se acercó a mi hermana con sus ojos pequeños surcados de millones de arrugas la observó unos instantes y preguntó:

- Le duele la garganta, ¿Cierto blanquita? Más tarde le dolerá más.
- ¡Y a ti qué te importa, viejo! – replicó con su voz grumosa y lacerada.
- Permíteme tocarte la garganta, blanquita.
- ¡No te atrevas a poner tus asquerosas manos, viejo!
- ¡Es la peste! – sentenció este. – Ya era hora que no pagaran más los inocentes por los pecadores.

[...] "No hables, mi amor", le susurré al oído; luego jalé la butaca y, cogiéndole una de sus manos, me senté junto a la cabecera de la cama.

Unas tres horas después, falleció Xóchitl. [...] Yo seguía manteniendo la mano de mi hermana entre las mías.

[...] El cuerpo de Xóchitl parecía convulsionar, movía la cabeza de un lado a otro y se asfixiaba. Acudió el médico. Las mujeres redoblaron sus rezos. De pronto, abrió los ojos y me buscó con la mirada y con los días supe que fue en ese momento que ella expiró. Pero yo continué aferrado a su mano.

[...] ¡El mundo sin Xóchitl! ¿Para qué vivir en este mundo?

[...] Y entonces empecé a llorar por Xóchitl, y supe que este llanto no terminaría sino con mi propia muerte.

martes, junio 9

No puedo.

Una frase pesimista, una frase que nuestro entrenador de basket nunca nos dejó pronunciar.



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(Y ahora: ¿qué hago? ¿adónde me dirijo?)

domingo, junio 7

Lunes.

Sólo quiero poner algo en mi blog así que seguiré escribiendo cosas y cosas. Me propuse escribir sobre un libro que me ha gustado mucho, el cual nos mandaron a leer en el colegio, pero mm... no sé, lo haré luego :D

Escuché la bocina de mi movilidad y bajé las escaleras de la casa de mi abuela (sí, porque antes de ir al cole voy allá), subí a la camioneta con mi cuaderno de trigonometría en la mano, pues tenía que tomar examen y no había estudiado el domingo porque tenía una cita con la televisión a las 10 para ver el Francotirador. Sólo tenía que estudiar la famosa palabra SOHCAHTOA así que el estrés no estaba presente en ese momento.

Delante de mí se sientan todos los niños de primaria, María Fe, qué está en segundo, dijo "Yo tengo mi propia playa". Con la típica mirada de la típica niñita que inventa cosas para quién sabe qué. Mayeli, que está en pimero, le dijo "¿de verdad?" con la típica mirada de la típica niñita ingenua que se cree todo. "No te creo" bueno, no tan ingenua. "Yo sólo tengo una piscina en mi casa" agregó Mayeli. "¡Es verdad! además yo tengo 10 piscinas en mi casa" dijo María Fe que estaba indignada. Era hora de recoger a Alexis, que está en primero, siempre nos mira (a mí, a Sofía y a Grecia, amigas de la movilidad) con cara de querer matarnos, nos enseña los pocos dientes que tiene gruñiendo y nos hace reír, sin embargo, creo que sus gruñidos no son broma.

María Fe seguía hablando de su propia playa y sus 10 piscinas y a Alexis no le importó (típico comportamiento del típico niño que no le interesan las cosas de una niña), no recuerdo muy bien de qué empezó a hablar pero a Mayeli le interesó más que a María Fe, Alexis tiene una voz muy parecida a la de un muñeco de cuerda, me gusta escucharlo cuando habla, y también a Mayeli. A María Fernanda no mucho.

Llegamos al colegio, oh no. Noté que me interesó más la conversación de los pequeños de la movilidad que trigonometría, pero seguía calmada, S O H C A H T O A ... vamos, no es tan difícil.

Formación como todos los lunes, estaba lloviendo, lo que significa que no podemos dejar las mochilas en el suelo, así que tenemos que tenerlas encima durante toda la formación. La miss de inglés abrió mi salón y nosotros quisimos entrar pero no nos dejó, ¡qué descaro! nada le costaba dejarnos entrar (como no es ella la que lleva una mochila encima). Bueno, qué importa, con mochilas encima y todo nos formamos en fila para esperar la escolta, la cual, creo que por primera vez en este año, era sólo de quinto. Himno del colegio, himno nacional, y mi parte favorita: la sargento (profesora demasiado genial llamada así durante años) hablando. Nos habló de la campaña que realiza CTA para cuidar el medio ambiente, implica que cada lunes los salones reciben una bandera verde, roja o negra, y es colgada en la puerta. La verde significa que el salón estuvo limpio los cinco días de la semana, la roja que sólo algunos días, y la negra, bueno es un poco obvio.

Recibimos bandera roja, ningún salón tuvo negra, eso creo. Y pocos salones obtuvieron verde. Yo quiero esa bandera, no por ser sobona, no por ser competitiva, sino porque me cuesta creer que algunas personas de mi promo son tan cerdas para dejar el salón como a veces queda.

El subdirector nos avisó que apartir del martes todos podíamos ir en buzo debido al frío, aparecieron caras de alivio, pues esperábamos ese anuncio hace días.

La formaciónde la semana pasada tuve que salir porque me dieron ganas de vomitar, larga historia, pero esta entrada sólo trata de esta semana.

En fin, clase de inglés, laboratorio de inglés, trigonometría. Pedí mi examen porque, creo que no lo mencioné, yo tenía que recuperarlo ya que falté el día que se lo tomaron a todo el salón. El profesor me dijo que me lo tomaría en la hora de religión porque no había tiempo en ese momento, dos chicos de la católica habían ido para una charla / dinámica vocacional. Me encanta esto de quinto, perdemos tantas clases.

Llegamos al salón llamado sala de proyecciones y nos divideron en grupos. Vimos una escena de Billy Elliot y nos preguntaron qué debíamos hacer si nuestros padres no nos apoyan en la carrera que queremos, no me preocupa eso, mis papás me apoyan en todo. Quiero estudiar Literatura, y no me hicieron problema (quizás porque quiero estudiar dos o tres carreras más, pero empezaré por Literatura). Luego tuvimos que ver fotos de profesionales y elegir a la persona que es más feliz, elegimos al escritor, pero generalizamos a los artistas. Sin embargo, quien es feliz es quien sigue lo que le gusta. Jugamos a los dardos, yo perdí, para variar. Comimos dulces y los clasificamos del más rico al más feo, el chocolate fue primero, las aceitunas fueron últimas (¿qué hacían ahí?). Nos dijeron que la carrera que sigamos debía ser como el chocolate mmm. A Franco no le gusta el chocolate, bien, quizás para él su carrera deba ser como la pizza.

Perdimos el recreo por esa charla / dinámica. Estuvo bien, fue entretenido.

Tocaba sociales, esa clase me agrada, no porque ame el curso ni porque sea buena en él, pero siento que la miss hace la clase simplemente amena. Nos hace trabajar sin estrés y ya no me aburro tanto con la historia como antes, además yo sentía que ella me odiaba, pero últimamente me trata mucho mejor, y eso me da confianza.

En el segundo recreo saqué mi manzana porque es lo único que puedo comer por la dieta que tengo (debido a mucha comida chatarra en el hígado), salí del salón y les conté a Valeria y Gabi por qué no salí al recreo, ya que a ellas todavía no les había tocado ir a la charla. Tocó el timbre para religión, debía tomar trigonometría así que le pedí permiso al profesor Rogel, es buena gente, me dejará salir. MENTIRA, me dij que tomaría evaluación y debía quedarme. Sin embargo, reafirmo, es buena gente, así que habló con el profesor de trigonometría para que me tome el examen mañana.

Religión es igual a poder cambiarnos de sitio. "¿Chata dónde nos sentamos?" atrás atrás, en la última carpeta. Caray, está ocupada, pero ya se desocupó el sitio de Marcelo. Me siento con la chata. El profe nos hace copiar un cuadro y mover las carpetas a las paredes, por gusto hicimos tanto rollo para sentarnos juntas. Jugamos cadena (algo parecido a chapadas) y luego charadas.

Nada más por ese día, tomé el micro naranjita que me lleva a mi casa y me entretuve de una que otra manera, hice algunas tareas, tomé un baño, vi tele, me lavé los dientes, me dormí y esperé de nuevo a la bocina de mi movilidad.


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Pensaba escribir sobre TODA mi semana, pero mi mamá me bota de la computadora así que sólo me alcanzó para el lunes. Quizás mañana lo termine.

viernes, junio 5

AUXILIO

Mi blog está en crisis, acabo de notar que quizás parezco una de las tantas chicas que escriben en un blog para desahogarse. Y no quiero que sea así, me encanta el arte de escribir, y no quiero ser una más.

y ARGHHH..

(esto sí es para desahogarme)

Tengo cosas que contar sobre esta semana, pero estoy cansada y por ahora dejaré un video que el profesor de labortorio de inglés nos pasó en clase.

Lo correcto sería escribir algo, pero al menos el video es divertido.