"El otro día me acordé de todo lo que hemos pasado juntos, tan sólo como amigos, y pensé: lo que tengo contigo es maravilloso"
Como tantas otras veces, el tema de lo nuestro tenía que llegar y cada vez es más bonito hablarlo. Porque es difícil creer que después de tantos años de amistad -algunos años que no hablamos nada, otros que los compartimos al máximo-, estemos hoy, sentados bajo un árbol, amándonos con la mirada. Es difícil creer que un día comenzamos a enamorarnos. Y, por fin llegó hoy, el día en el que tenga la oportunidad de explicarte -no decirte, porque ya lo sabías- lo que he sentido siempre.
"Una vez me prometiste que si tenías otra enamorada no te ibas a volver a alejar de mí. Yo te respondí que lo hagas sin preocuparte, porque igual cuando vuelvas yo iba a seguir ahí. Me acuerdo que te lo dije". No sé si fui clara pero creo que sí me entendiste. No era de mi incumbencia lo que decidas para ti, no interesaba con qué chica te quedabas, yo siempre iba a estar para ti y me encantaba que lo sepas. Que siempre te podías aventar a la situación que se te apetezca porque a la hora de voltear y mirar atrás iba a estar yo ahí. Porque no quería irme. Porque me gustaba ser alguien estable en tu vida.
Y para seguir explicándote, te conté que desde hace mucho tiempo imaginé que pasaban muchos años sin hablarte, años en los cuales te casaste y no supe nada más de ti, y, sin embargo, un día tocas a mi puerta y me pides una charla más. Y esto no lo imaginé, simplemente lo sentí, supe que si eso sucedía todo sería como el primer día en el que nos sentaron juntos en el colegio. Te haría pasar y, aún con todos esos años de tu ausencia encima, lo iba a volver a sentir.
Ese día en el que te dije eso traté de decirte que eres una persona que podría irse de mi vida por completo en este instante, y así vuelvas después de 60 años, aquí me vas a encontrar, sintiendo lo mismo que hoy. Esa es la diferencia entre tú y los demás.
"Es que siempre fue diferente contigo" me dijiste y supe que sí, sí me entendiste.
Y, como si no existiera nada más en el mundo, hablamos de todo lo que hemos pasado juntos -y no tan juntos- y me doy cuenta de cómo te tuve siempre a mi lado. Me abrazaste y te dije "ya te encontré". Es todo, es simple. Ya no lo imagino de otra manera.
"Cuando nos abrazamos, justo pensé: es ella" me dijiste y, por primera vez, mi corazón se hizo añicos de felicidad. Nunca me había sentido así. He tenido el título de enamorada antes, de amiga, pero nunca fui ella. ¿Y qué mejor en este mundo que ser tu ella?