viernes, abril 10

Te extraño.

"Todos tenemos momentos en los que nos sentimos solos, ¿no?" me dijo al teléfono.

Acababa de regresar del trabajo y se preparaba una leche, "que feo es voltear y que no haya nadie, quise escuchar tu voz antes de dormir", qué ganas de llorar tuve. Qué ganas de quitarle esa soledad, qué ganas de abrazarlo y reírme con él, qué ganas de ser su niñita, con quien jugaba todo el día.

-

Daría todo porque no te sientas así.

Me gustaría retroceder el tiempo, para disfrutarlo más, para volver al parque, como lo hacíamos antes, patinar, caminar, jugar chapadas y escondidas hasta caerme al suelo y que tú me levantes, me ayudes a lavarme y me prepares algo rico de comer para aliviar el dolor.

Cómo quisiera, sentarme de nuevo a tu lado y ver partidos de fútbol, con mi mamá al lado, a veces aburrida, a veces emocionada, pero siempre ahí, cuidándonos. Insultar a los jugadores cuando hacen algo malo, saltar y gritar por cada gol peruano.

Echarme a tu lado y ver televisión era lo mejor del mundo, ver a quienes nosotros llamábamos nuestros héroes, ¿quiénes eran? Los tres chiflados y Garfield. Veíamos también programas como Pataclaun y la Paisana Jacinta.

Me encanta la manera en la que me tratabas (y me tratas), jamás olvidaré cuando me pedías que me acerque para contarme un secreto y eructabas cerca de mi oreja (¡Y no hablemos de mocos!). Recordé nuestros juegos que eran un poco toscos, a uno lo llamábamos Karate, los dos en medio de la sala pegándonos. Claro, tú siempre me tratabas con cuidado, siempre me dejaste ganar. Ciertas veces te di buenos golpes, tú sólo te reías mientras te sobabas. Jugábamos al hilito de baba, tenías que formar el hilo de saliva más grande posible desde tu boca hacia mi cara, pero la saliva no debía tocarme por nada del mundo. Jamás me cayó nada, en cambio yo no pude controlar mi saliva y muchas veces tu cara quedó mojada. Nuestro famoso juego llamado dedo gordo en la boca, un juego que sólo tu y yo jugaríamos. Ni hablar cuando mencionaba que tenía que ir al baño, lo primero que hacías era gritar "¡COSQUILLAS!" mientras yo corría desesperada, muchas veces mi pobre vejiga no pudo aguantar. La última vez que me hiciste cosquillas fue la última vez que viniste a Perú, estaba amarga por alguna cosa y te propusiste hacerme reir, corrí por toda la casa pero igual me alcanzaste. Eso fue cuando tenía 15 años, ya tengo 16 y necesito más cosquillas.

Te agradezco tanto esos juegos, te agradezco cada vez que me dijiste "Eres una palomilla, y me encanta que seas así". Siempre te gustaron mis travesuras, siempre te gustó que las profesoras digan que soy buena alumna "pero" muy habladora, siempre me dijiste que no querías que fuera primer puesto, te bastaba con ver mi esfuerzo y que fuera alguien alegre, siempre dispuesta a jugar.

Gracias a ti sigo siendo una niña, porque tú siempre fuiste un niño conmigo, gracias a ti aprecio la hermosura de jugar. Me enseñaste que madurar no es crecer, y que no crecer de corazón es lindo. Me enseñaste que es más divertido ser un niño que ser un adolescente típico. Que hay mil maneras de reir, mil maneras de respirar el aire, mil maneras de decir "Te quiero".

Gracias a ti soy lo que soy.

¿Sabes? a veces me cuesta dormir, y en lugar de soñar me pongo a llorar. Extraño tus cuentos, aquellos que, si bien no me hacían dormir, me hacían reir. Nunca me leíste uno, y eso fue lo mejor de todo. Me contabas tus propios cuentos, tus versiones de los que son clásicos, veías imágenes de libros y sacabas historias diferentes. Moriría por un cuento más.

Luego de reír, podía soñar. Nosotros teníamos un jardín que visitábamos en sueños, tenía muchas flores y cada noche cambiaban de colores, siempre jugábamos ahí. Era el mundo perfecto, todo era lindo y nunca habían problemas, no había nada por qué preocuparnos. Cuando despertábamos me preguntabas si me gustó el jardín ese día, yo siempre te decía que sí, pues siempre estaba hermoso. Le contábamos a mi mamá de qué colores estaban las flores, y qué juegos habíamos jugado en ese sueño. Pasó el tiempo y un día me dijiste qe siempre visitabas el jardín pero ya no me encontrabas, fui unas veces más y el tiempo volvió a pasar. Otro día, antes de dormir, me contaste que fuiste a nuestro a jardín y estaba marchito. Desde ese momento suelo visitarlo para mantenerlo, y me encanta cuando te encuentro ahí.

Me arrepiento de cada día en que no quise salir contigo, y te quisiera pedir perdón por cada cosa que he hecho o dicho que te haya dañado. Quisiera recuperar todo el tiempo que no te veo. ¿Sabes de lo que más me arrepiento? De no poder decirte todo esto ahora, no poder decírtelo al teléfono. Sin embargo, un día te lo mandaré como una carta o te lo diré de frente, pues no quiero que llegue el momento en que diga "Es muy tarde, y nunca se lo dije". Te prometo que sabrás todo esto.

La verdad es que te extraño, y te quiero a mi lado. Extraño reirme contigo, extraño dibujarte cosas, extraño dedicarte mis partidos de basket, extraño jugar contigo, extraño todo lo mencionado antes.

Hasta ahora tengo el recuerdo de tu pared con un dibujo que te hice más o menos cuanto tenía seis años, "Te quiero papá" y mi mamá y yo junto a ti, los tres pintados con acuarelas, plumones, y colores. Enmarcaste el dibujo y es el único cuadro colgado en tu cuarto, una vez me dijiste que nunca lo dejabas de ver.

Me haces falta papá...

Te amo más que a mi propia vida. (Papá, papá, papá. Qué linda palabra.)

Regresa, por favor.

-

*No me siento satisfecha con esto pues tú te mereces un escrito mucho más lindo y mucho más largo. He llorado tantas veces por no tenerte cerca y también de felicidad por tener al mejor papá del mundo.

4 comentarios:

Alexa dijo...

Me hiciste llorar.
Yo te juro que no se que haria sin mi padre. Yo lo siento a el mas como mi hermano que como mi padre. Asi como tu, nosotros hemos pasado montones de cosas juntos, cada una especial a su manera y archivadas en mi corazon.

¿Que paso con tu padre Aixa?¿Se fue?

Alexa dijo...

Ya me imagino cuanto lo debes de extrañar...
Se que ahora existen cosas como el telefono, los e-mails y todo lo demas; pero como que no es lo mismo. No puedes enviar abrazos por telefono..

Mi padre y yo nos llevamos de maravilla, claro que tenemos nuestros problemas, cuando el se molesta conmigo o cuando le respondo mal o cosas asi, pero igual: es mi padre, es como uno de mis mejores amigos y se que siempre estara ahi conmigo en todas (:

Sonara raro, pero despues de leer tu entrada me fui corriendo a abrazar a mi papa xd.

Angela dijo...

Es tan hermoso lo que sientes. Yo nunca jugué mucho con mi papá porque el siempre viajaba por su trabajo, y cada vez que llegaba yo solo lo abrazaba y teníamos que salir en familia al callejón por lo general, los domingos. Recuerdo que cuando mi papá estaba en casa, siempre trabajaba en su escritorio y yo estaba en la misma mesa, frente a él y siempre me daba hojas en blanco y yo siempre dibujaba, por lo general (y casi siempre) casas. De ahí que mi papá decía que o bien iba a ser arquitecta o diseñadora. Nosé. Creo que mi papá es una gran persona, de un caracter envidiable y un gran ejemplo a seguir. Aunque yo nunca he sido muy cariñosa, lo quiero aunque no se lo diga.
Como le fue a tu abue?
cuidate besos!

Ganímedes dijo...

que tan genial
y yo que crei que mi papa era el unico
tan bonito sin duda
difinitivamente sigo pensando NOSE PUEDE VER PELICULAS DE TERROR CON MI PAPA XD es demasiado burlon y provoca la burla ajajajajajajajajajaja
carajo y ahora , justo ahora tengo que darle una mala noticia, que carajos.