lunes, octubre 15

Mucho más

La noche, las estrellas, el tiempo, los dedos entrelazados, tu mirada, tus ojos posados en los míos, las conversaciones, los primeros besos, tu compañía, tu rostro, una sonrisa dibujada en él, la música, el volumen alto, un Pisco Collins, un Maracuyá Mojito, una canción de los Beatles, una bolsa de gomitas, una mesa en el ancla, un abrazo, un Herber de pera, las películas, los tributos, las reconciliaciones, las cartitas en medio del trabajo, una nota atrás de una boleta, las llamadas por teléfono, tu forma de bailar y

una tarde, un programa de televisión, Edgar Allan Poe, los dibujos animados antiguos, las cosquillas, los juegos, los dibujos, los libros, una clase de antropología, las galletas de vainilla con leche condensada, seis muffins y una velita, las risas, tu guitarra, tu familia, las camisas a cuadros, la mejor compañía y una relación.

La relación que vas más allá de la etiqueta de "enamorados". Tú eres más que eso. Tú eres la persona, la única, con la que puedo conversar de absolutamente todo. No importa si es absurdo, puede ser profundo, puede ser complicado, puede ser cualquier tontería: es bueno saber que siempre vas a estar aquí. Eres al que acudo cuando tengo miedo y cuando no, porque lo malo contigo disminuye y lo bueno se multiplica. Eres la mano que siempre quiero tomar al caminar, porque desde que llegaste, sé que todo es mejor al compartirlo contigo. La persona que se ganó toda mi admiración, por lo que eres, por lo que piensas, y por cómo actúas, y por todas tus emociones que te hacen completamente humano y, sin embargo, te regalan una esencia sobrehumana. Eres la única persona que se sentó frente a mí con una guitarra y me dijo que estaba nervioso. Eres el niño con el que puedo jugar y escaparme de lo absurdo de la sociedad, y el chico maduro que me enseña aquel cuarto nivel del que habló una vez mi profesor de antropología, aquel nivel en mi interior que ni yo misma conocía, y tenía escondido todo eso de lo que soy capaz. Y sí, porque me enseñas tantas cosas nuevas y me hiciste notar que soy capaz de amar. Y, sin querer, me exiges que madure, porque, aunque en verdad no lo hagas, sé que tengo que hacerlo para que todo esto sea cada vez mejor. Y hay momentos en que piso tierra y pienso en que debo ser muy cuidadosa y tomar en cuenta todo detalle. Porque esta vez (y, por primera vez en mi vida puedo decirlo) va en serio, esto no es ni parecido a cualquier otra cosa en el mundo, porque en nosotros encontré una relación pura e inocente que me genera ilusiones, tal y como la de unos niños, y a la vez, una relación seria que me plantea un proyecto de vida y me llama a madurar. 

Me llama a madurar, sí, y me llama a vivir. A vivirlo todo a tu lado, sabiendo que contigo puedo bailar, jugar, saltar, correr, reír, llorar, dibujar... y es que siento que estás dispuesto a aprender nuevas cosas y enseñarme a mí otras, y esa es una de las miles de razones por las cuales eres la mejor compañía para todo. Jamás olvidaré aquel momento en el que cruzamos miradas mientras tocabas "Don't let me down" de The Beatles, o la primera vez que me dijiste "estás hermosa" sentados en un escalón de la calle a medianoche, y cómo bailamos la música que nos gusta, y es genial saber que, al mismo tiempo, podemos quedarnos una tarde viendo películas o comiendo dulces, o jugando cartas, qué sé yo, sé que podemos hablar durante horas sin cansarnos o ir a comprar ropa o torturarnos haciéndonos cosquillas, o ese increíble paréntesis en el tiempo en el cual mirábamos el techo mientras oíamos vinilos... mucho sería mencionar cada cosa que hacemos juntos, porque no alcanzaría aquí, aunque poco es escribirte esto, porque nunca me parecerá suficiente. 

Pero como siempre, el escribir es una excusa para decir algo, y en lo poco que puedo expresar de esta forma, quiero darte gracias a ti, a Dios, al destino, a la suerte, al universo y a las coincidencias el haberte conocido. En especial a ti, por haberme permitido conocerte, y por ser tal cual eres, permitiéndome vivir cosas completamente nuevas. Como aquellas cosas que pasan desapercibidas ante los ojos de los demás,  quizás una conexión a través de dos miradas, o tal vez el significado de arrancarse el orgullo del corazón.

¿Que si tengo enamorado? Más que eso, en realidad, más que eso. 


domingo, octubre 14

Hola, mi nombre es Aixa

y me encanta, se lo pondría a mi hija si yo no me llamara así. La única cosa en mi vida que le ha ganado a mi flojera es el básquet. Me gusta mucho The Beatles. Pasé mucho tiempo diciendo "no tomo", pero ya no es así. No fumo. Viajé a Buenos Aires para cumplir uno de mis mayores sueños desde que escuché a The Beatles por primera vez. Odio cuando dicen odiar la hipocresía: todos hemos recurrido a ella. Si tuviera un deseo pediría comer mucho y no engordar. Prefiero un libro que la televisión. Prefiero el teatro al cine. Me gustaría dedicarme a los tres: cine, teatro y literatura. Pero estudio lingüística. Y sí, soy feliz con eso. Siempre lloro con los últimos capítulos de las series. Aún así nunca haya visto la serie antes. No he visto Toy Story 1 ni 2. No veo Friends, pero vi el último capítulo y, sí, lloré con él. Dos de las cosas que más detesto en el mundo son el maltrato animal y la discriminación. He tenido muchos perros en mi vida. No quiero hermanos, me gusta ser hija única. Le di la mano a un beatle. Una vez comí el mega más grande de KFC con sólo un amigo. Morgana es hermosa. Sí, yo hubiera votado por Jaime Bayly porque no me parecía peor que los otros payasos. Ya no me como las uñas. Siempre quise brackets y nunca los necesité. Me gusta la saga de Harry Potter, el queso, el verde y la gaseosa de naranja. Solía peinarme hasta que me di cuenta de que no me servía de nada. Creo que hay pocos genios en el mundo, algunos de ellos: Chespirito, The Beatles, Quino, Pelé. No me gusta el especial del humor pero sí la Paisana Jacinta. También me gustan los chocolates Vizzio. Me sé el diálogo de Shrek de memoria. En inicial, la profesora le dijo a mi mamá que era demasiado tímida. A la semana la llamó para pedirle que deje de hablar. No dudaría un segundo en volver al colegio. O bueno... creo que sí lo dudaría. Veo doble cuando miro hacia arriba y hacia abajo. Mafalda es genial y le gustan los beatles como a mí. Planeo vivir de lo que me gusta (aunque aún no sé bien qué es), y ser millonaria para continuar en eso. Un día decidí cambiar el básquet por Pataclaun: no duró mucho. La orquídea de mi fiesta de promo fue genialmente negra. Mi libro favorito es El mundo sin Xóchitl. Siempre que alguien habla de literatura debo meterme. Amo lo cítrico. En primaria siempre me sentaban rodeada de hombres porque dicen que conversaba mucho. En el trabajo me separan de un amigo porque dicen que converso mucho. La semana pasada aprendí que las sílabas de "mesa" son mes-a. Hace poco descubrí que le tengo miedo a las alturas. En primaria, en una clase de lenguaje hice reventar un empaque de mayonesa y bañé a muchos con ella. Tengo unas 4 amigas que son simplemente esenciales y necesarias en mi vida. Me gusta la gente con la que se puede tener conversaciones interesantes. En mi trabajo me dijeron que debo agradecer que me paguen mi sueldo puntualmente. Quiero viajar a Argentina, a Inglaterra y a Brasil. Me gustan las mandarinas y me gustaría retomar el citricismo que, irónicamente, endulzaba mi vida.