lunes, julio 26

Hola

Mi nombre es Aixa y tengo 17 años. Estoy orgullosa de ser de Perú y me encantaría conocer otros país pues creo que todos tienen algo lindo que mostrar. Tengo una familia relativamente normal. Amo y mato por mis padres. A mi abuelita la llamo mamama, y adoro cómo cocina. Tengo los típicos primos a quienes nunca les hablo y los típicos tíos que viven lejos, uno que parece que se olvidó de que existo, y dos a quienes quiero mucho. Nunca fui fanática de las reuniones familiares, de esas en las que va toda la familia, pues solía quedarme callada y hablar sólo con los que son cercanos a mí. Sin embargo, siempre me parecieron interesantes y hasta graciosas. Ahora hablo más, quizás porque ya tengo algo que decir . Siempre fui y seré fanática de las reuniones familiares, de esas espontáneas, a las que sólo van con quienes convivo. Mi tía y mi papá son expertos contando chistes, puedo escucharlos por horas. Mi mamama y mi papá siempre se molestan el uno al otro, es divertido verlos. Como toda chica normal, discuto con mi mamá muchas veces, pero es un ángel y la adoro.

Estudié en el colegio San Antonio de Padua y agradezco esa oportunidad. Pertenezco a la promoción 44, la mejor promoción que me pudo tocar, en la cual encontré personas muy valiosas. Tuve profesores excelentes, como el profe Cubito, Raez, Luz, César, Milka, etc. y aprendí que también hay profesores malos, realmente malos. No fui a un sólo quino de mi promoción pues no me interesaban, y tampoco a mi viaje de promo por equis razones, retrocedería el tiempo si pudiera. Pensaba que los vestidos eran ridículos e incómodos, ahora adoro usarlos junto a zapatos de taco alto. A los 9 años, me gustaba un chico de mi promoción y estuve con él desde primaria hasta segundo de secundaria. Fueron dos años y medio de mi primera relación (prácticamente infantil), y aunque él no recuerde casi nada de esas épocas, ahora es de mis mejores amigos. A mis 16 años, fui con él a mi fiesta de promo y creo que no pudo ser mejor.

Pertenecí al equipo de básquet del colegio, jugábamos en ADECORE y conocí no sólo a chicas de otras promociones, sino también de otros colegios. Llegué a amar el básquet, y mucho más al equipo. Compartí muchas experiencias con ellas, y son personas increíbles que me han conocido como muy pocas personas lo han hecho. En primero tuve un accidente en un partido: un golpe en el ojo. Me operaron y ahora veo doble cuando miro hacia muy arriba o abajo. Igual seguí jugando. Lo dejé luego de unos años por entrar a Pataclaun. Experiencia muy bonita, pero hasta ahora me pregunto si el canje que hice estuvo bien. Conocí lindas personas y a mi segunda relación. Relación de dos años. Relación que acabó (felizmente).

Ahora tengo ideas confusas acerca del tema, ideas más frías e independientes tal vez. No sé si alguna vez me he enamorado, es un poco difícil distinguirlo. Nunca he amado a un chico y, lamentablemente, he dicho "te amo" creyendo que lo hacía.

Dejé Pataclaun y retomé el básquet, pero mi juego no era el mismo. Ahora tengo mi nariz roja colgada junto a mis medallas de básquet.

Me encantaba Simple Plan desde que empecé secundaria y consideraba que el reggaeton no era música. Luego de unos años fui a un tributo a The Beatles en La Estación de Barranco y me fascinó, no sólo el bajista sino la música. Ahora me encanta y me encantará siempre The Beatles y considero al reggaeton música de baja calidad.

Estoy en la Universidad y quiero estudiar Literatura, Artes escénicas y Comunicación audiovisual. La más importante es Literatura, sin embargo, como me dijo un amigo hace unos días, algo me dice que me cambiaré de carrera. Por ahora me gustaría estudiar las tres, mi mamá me dice que lo haga. Que tengo tiempo. Serían unos diez años estudiando, e igual saldría joven y con tres carreras. No está mal. Como sea, así estudie cinco años antropología o diez años literatura, al terminar me iré a vivir a Estados Unidos unos años. Estudiaré más por allá, conoceré gente y el destino dirá qué pasará. Mi plan es regresar.

Mañana saldré con dos amigas que no veo hace tiempo. Y luego vienen fiestas patrias.

domingo, julio 25

Mi mejor amigo


Yo no elegí a mi mejor amigo. Llamé así a unos cuatro chicos durante toda mi vida y ninguno de ellos era él.

Hoy, echada en mi cama recorro mis experiencias pasadas y pude darme cuenta de algo importante: él es quien estuvo a mi lado cuando empecé con el coqueteo, estuvo a mi lado cuando empecé una relación, cuando me decepcioné, cuando lo superé, cuando jalé, cuando aprobé, cuando acerté, cuando me equivoqué, cuando reí, cuando lloré, cuando volví al coqueteo, cuando volví a empezar una relación, cuando me volví a decepcionar.

Y me di cuenta de que él estará cuando vuelva a reír, cuando vuelva a llorar, cuando vuelva a acertar, a equivocarme.

Cosa que no ha pasado con los demás. Para qué llamar "mejor amigo" a alguien, si aún no sabes cuánto tiempo durará eso, pensé. Para qué llamar así a alguien, si eso se demuestra en años. Un mejor amigo no dura una temporada. Como duraron los supuestos míos.

Y me di cuenta de que él estará en mi boda. Y, si se dá el caso, en mi divorcio.

Y me dije: "él es mi mejor amigo, siempre lo fue". Él solo se lo ganó. No se lo he dicho, ni creo que se lo diga. Es algo implícito. Algo obvio.

Yo no elegí a mi mejor amigo. Fue él quien eligió acompañarme en mis experiencias.

Por fin, hoy me di cuenta de algo importante.


domingo, julio 11

¡GOOOOOL!

No importa quien gane. Simplemente adoro la magnitud de la felicidad que veo en el rostro de alguien al ver un gol. De ser el campeón mundial.

Lo adoro.

Adoro ver un inmenso grupo de gente saltando y cantando de felicidad. Adoro verte tanta felicidad junta. Adoré las lágrimas de Iker Casillas al ver el gol español. Adoré ver en su cara la alegría de un millón de personas.

Y me conmueve tanto ver la mirada de un Holandés, o de cualquiera, perdida en el horizonte. Con los ojos llorosos. Me conmueve ver mil rostros juntos e inmóviles.

Adoro esa pasión por un deporte. Por un país. Adoro el esfuerzo de los jugadores durante años por un objetivo.

Yo quería que gane España, pero al ver a los Holandeses tristes, mis ojos querían empezar a lagrimear. Y al ver a los españoles tan, pero tan felices, la emoción en mí crecía, pues amo la alegría de un país entero. Y, la verdad, es que al saber lo feliz que puede estar un país por eso,

me encantaría que todos los países del mundo puedan ser campeones del mundo hoy.
O por lo menos, sentirse como tal.
.