Palabras que te siguen hasta el último día.

Ya estaba lista. Iba a cruzar esa pista, nunca lo había hecho sin el puente pero esta vez me sentía valiente. Miré a ambos lados, habían muchos carros. Ya era el momento, y mi cara siente el cemento porque un carro me empuja. Mi corazón se estruja, no pude llegar al frente. Pasó el mayor dolor por mi mente, recordé palabras que me hicieron daño, a pesar de haber sido dichas hace años. Dichas por gente que amo, y que ya me ha olvidado.

No se comparó con el dolor de mi cuerpo que ya estaba muerto. Las palabras duelen más.. que un carro te atropelle con habilidad.