jueves, agosto 21

Pensamientos Inertes.

Yo sólo sentí que me caía, las imágenes se borraron de mi mente. En un solo instante sentí una paz que no había sentido nunca antes. Dicen que al morir el último sentido que se pierde es el oído, pero es mentira, yo lo perdí todo en un solo instante, no veía nada, no escuchaba nada, ni sentía nada, sólo paz.

De pronto se aparecen ante mí muchas imágenes, era como una película, cosas que ya he vivido antes, era mi vida entera la que estaba pasando en un solo segundo ante mis ojos, que ya estaban muertos. Al ver en esta clase de película a las personas que supongo que algún día amé, ya que estuvieron conmigo siempre, no sentí pena ni alegría, pues no las recordaba, no sentí ninguna emoción, ya que mi corazón también estaba muerto.

De un momento a otro sentí un golpe muy doloroso en el pecho que interrumpió las imágenes que pasaban ante mí, y seguido de eso sentí más golpes que eran tan suaves que ya no dolían pero hacían un ruido demasiado fuerte. “Pum, pum, pum”. No dejaban de sonar. Los golpes tan ligeros y suaves en mi pecho y el ruido tan fuerte que éstos producían invadían mi cabeza, sonaban rítmicamente y parecía que fuesen una melodía, la melodía de la vida. Todo continuaba negro y yo sentía como si hubieran pasado meses, años quizás. Y aún los ligeros golpes y el fuerte ruido de ellos continuaban. No sabría decirles si es que en ese momento estaba lleno de vida o lleno de muerte, puede ser que de los dos a la vez.

De repente, después de días, meses o años tal vez, los pequeños golpes en mi pecho cesaron y con ellos también el ruido tan fuerte y melódico que me recordaban a la vida. Por un momento pude ver a muchas personas a mí alrededor que lloraban, y una de ellas vestida de blanco que no lloraba pero que estaba manejando algunos aparatos en mi cuerpo. Luego toda esa gente desapareció y pude escuchar un ruido muy irritante que sonaba tan parejo que era como una melodía, la melodía de la muerte.

Todo se volvió a repetir, las imágenes de mi vida volvieron a aparecer. No recordaba nada de lo que veía, sin embargo sabía que eso era sobre mí ya que yo era el protagonista. Pude ver que tuve un accidente automovilístico muy fuerte y estuve al borde de la muerte, fue cuando me llevaron al hospital y con unos aparatos extraños me mantuvieron con vida durante muchos años, creo que a eso le llaman estado de coma. Ahí fue cuando sentía esos misteriosos golpes en mi pecho, seguro era mi corazón con vida, aun que era lo único que tenía vida en mí durante esos años.

Pero nada es para siempre, por esto los aparatos que me mantuvieron vivo fallaron y ya no pudieron salvarme. Pude ver todo esto en menos de un segundo y con lo poco que me quedaba de pensamiento me pregunté cómo es que la vida se hace en nueve meses y puede llegar a deshacerse en menos de un segundo. Ojalá que yo mismo me pueda responder esa pregunta algún día, ya no tengo vida y no sé si encuentre la respuesta. Al menos aprendí algo de todo esto, lo último que se pierde al morir no es el sentido del oído, sino los pensamientos.

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